jueves, 17 de noviembre de 2011

Diferenciación lineal de los cromosomas


Los cromosomas se dividen en varias regiones:
1-Constricción: centrómero.
2-Extremos: telómeros.
3-Resto: se trata de una masa homogénea.
4-En algunas especies hay constricciones secundarias.
Los centrómeros diferencian a los cromosomas en brazos.
1-Brazo corto: se sitúa en la parte superior, se denomina como p.
2-Brazo largo: se sitúa en la parte inferior, se denomina como q.
Los brazos son diferentes a las 2 cromátidas que presenta el cromosoma.
Cinetocoro: región en donde se unen las fibras del huso, que en anafase hacen que se separen las cromátidas.
En la mayoría de los organismos, sus cromosomas sólo tienen un centrómero, por lo que se denominan cromosomas monocéntricos.
El tamaño de los brazos se diferencia con el centrómero:
1-Cromosomas metacéntricos: ambos brazos son más o menos iguales.
2-Cromosomas submetacéntricos: El brazo corto es un poco más pequeño que el brazo largo.
3-Cromosomas acrocéntricos: El brazo largo es mucho más grande que el brazo corto.
4-Cromosomas telocéntricos: el brazo largo es casi todo el cromosoma.

Cromosoma homocéntrico: es aquel en el que las fibras del huso se unen a lo largo de todo el cromosoma.
Línea celular: cultivo de células inmortales en ellas se producen cambios cromosómicos, y algunos cromosomas presentan 2 ó 3 centrómeros; puede haber problemas al unirse las fibras del huso, el cromosoma puede romperse. Las células con más de un centrómero no son viables.
Tras el estudio de varios organismos se descubrió la función del centrómero.

Centrómero

1-En Saccharomyces cerevisiae:
Hay que aislar una región de su ADN y secuenciarla.
Se cogen fragmentos centroméricos y se clonan en un vector (bacterias, levaduras, etc.).
Se utiliza un plásmido que tiene que tener un origen de replicación.
ARS à Secuencia de Replicación Autónoma.
Hay que estudiar qué es lo que pasa con los plásmidos en mitosis y en meiosis, una vez replicado, las fibras del huso se unen a los plásmidos y se lo llevan a cada célula. Si no tienen la secuencia centromérica los plásmidos migran al azar.
Cada vez se cortan fragmentos de ADN más pequeños, hasta que llega un punto en el que el plásmido no pasa a las levaduras por descendencia, cuando se haya el fragmento mínimo éste ya se puede secuenciar.
En Saccharomyces cerevisiae hay secciones centroméricas específicas que llevan una enorme cantidad de proteínas necesarias en el centrómero.
Hay dos segmentos conservados con una región central rica en A y T.
En las regiones centroméricas hay unas 60 proteínas unidas a ellas, que permiten la unión a los microtúbulos.
En el resto de organismos:
La situación de las secuencias no es exactamente la misma.
Presentan secuencias en tándem repetidas, que son poco conservadas, y existen mecanismos epigenéticos que permiten la unión de los microtúbulos.

2-En plantas vasculares y metazoos:
A un centrómero se unen muchos microtúbulos.
3-En mamíferos:
Los centrómeros se ven a microscopio electrónico, se aísla cromatina para observarlos.
Al aislarlos con una fuerza iónica alta, en el centrómero se ve una estructura trilaminar, cuando se observa al microscopio electrónico:
Esta  estructura consiste en una zona electrondensa pegada al cromosoma, otra zona no electrondensa, y por último otra zona electrondensa.
Cuando los aislamos en un medio con baja fuerza iónica y los observamos al microscopio electrónico, desaparecen la estructura trilaminar, y los microtúbulos se unen directamente a la cromatina.
La estructura trilaminar aparece y desaparece, se forma y deshace el cinetocoro.
En el centrómero hay secuencias repetidas en tándem, a las que se unen proteínas específicas del centrómero, que son los nucleosomas.
La histona H3 es una histona especial específica de la región centromérica y está asociada a proteínas del cinetocoro.

En primates la región centromérica presenta repeticiones de una secuencia, denominadas α satélites, a las cuales se unen octámeros de histonas que forman el cinetocoro.
Se estudiaron individuos con enfermedades raras, como es la escleroderma; se utilizan anticuerpos de estos individuos para descubrir las histonas especiales:
CENP-A
CENP-B
CENP-C
CENP-I
Algunas de estas proteínas sólo aparecen en determinados momentos.
Centrómero: región del cromosoma a donde se unen los microtúbulos.
Cinetocoro: estructura proteica unida a esta región y que es importante para la unión de los microtúbulos.


Telómeros

Extremos: al microscopio son iguales que el resto, pero tienen algo diferente, ya que se si por algún motivo se rompen por el extremo, los extremos se vuelven inestables, y se unen a otros extremos rotos.
Los telómeros no sufren reparación, evitan la degradación de los cromosomas.
Se hacen experimentos utilizando plásmidos, con orígenes de replicación (ARS) y secuencias centroméricas (CEN).
Si nosotros a estos plásmidos los digerimos con enzimas de restricción y transformamos esta molécula en lineal, se espera que estas secuencias sigan repartiéndose a los polos, pero los extremos son inestables y pegajosos y hay problemas de segregación, si a estos extremos se les añade fragmentos de telómero se segregan, por lo que les confiere estabilidad a los antiguos plásmidos que hemos linealizado.

Organismo: Tetrahymena thermophila
Se trata de un ciliado con micro y macronúcleo (núcleo con muchas copias del DNA del micronúcleo).
En el micronúcleo hay 5 pares de cromosomas. En el macronúcleo hay moléculas lineales de cromosomas no pegajosos, estables, que presentan muchas secuencias teloméricas. En los extremos se observan secuencias de pequeño tamaño, repetidas cientos ó miles de veces.
Las secuencias teloméricas son ricas en Guanina, todos los animales tienen una variación sobre le mismo tema.
La función de estas secuencias es proteger los extremos de los cromosoma, en los extremos la hebra 5´à3´ siempre en mas larga que la hebra 3´à5´, esto se debe a que el último cebador de la cadena se degrada y queda el hueco.

Con este extremo se forman dúplex, triples o cuádruples de guanina. Después de repetir mucho la secuencia, se forman lazos en los que intervienen muchas proteínas que impiden que la degradación empiece por ahí.
En un cromosoma eucariótico, en el extremo hay una región de 30 a 20 kilobases donde sale una secuencia de 6 a 12 nucleótidos (TTAGGG) que se repite miles de veces, después hay una región con secuencias repetidas asociadas al telómero, y luego viene una zona de secuencias únicas. Se espera encontrar la señal en los extremos de todos los cromosomas.

Cuando se vendan secuencias de un determinado cromosoma, hablan de las secuencias subteloméricas únicas del cromosoma.

Hay especies en las que no hay secuencias teloméricas en los telómeros, éstos presentan secuencias parecidas a los retrotransposones.

Organización espacial de las secuencias de ADN
Las secuencias de ADN no son nada homogéneas, aunque al microscopio lo parezcan.
Los estudios realizados son de reasociación y aislamiento de secuencias repetidas.
Se desnaturaliza el ADN, y al bajar la temperatura éste se reasocia e hibrida.
Estos experimentos nos permitieron observar que al desnaturalizar el ADN en eucariotas porque lo calentamos, quedan todos los fragmentos en secuencias únicas y al bajar la temperatura se forman dobles hélices, pero no se forman todas a la misma velocidad; la velocidad depende de la probabilidad de encontrar una hebra complementaria. Hay secuencias muy repetidas, otras poco repetidas, y otras secuencias que son únicas.
Las secuencias altamente repetitivas se separan de las demás pasándolas por cadenas de hidroxiapatita, que hacen que pase una sola cadena por lo tanto queda el ADN bicatenario.
Otro método de separación sería la centrifugación en gradiente de densidad, se diferenciaría el ADN satélite, ya que tendría más o menos densidad que el resto del ADN.
En eucariotas, la inmensa mayoría del DNA es no codificante.
En E. coli prácticamente todo el DNA es codificante.
En levaduras también la gran parte del DNA es codificante.
En maíz y humanos hay una gran cantidad de ADN no codificante, y muy poco codificante.
En los genomas grandes, hay regiones más ricas en genes, y otras menos ricas en genes; no hay una distribución homogénea de los genes en el genoma.

Las secuencias de ADN se clasifican en:
1-ADN transcribible
Se traduce: exones.
Se transcribe pero no se traduce: intrones y genes de ARN.
2-ADN no transcribible
Secuencias reguladoras
Repeticiones centrosómicas, teloméricas y sueltas.
El genoma mitocondrial y cloroplástico tiene pocas secuencias que no se transcriben.
En el genoma nucleolar hay como unos 20000 genes; el 20% del ADN es génico, y el 75% restante no forma parte de genes.
El ADN que codifica proteínas es un 1-2% Dentro de este hay genes de copia única (25-50%) y genes con copias( de 2 a 1000 copias) (50-75% genes).
Familia génica: genes más o menos relacionados, con secuencias similares y funciones más o menos relacionadas (genes que codifican cada una de las cadenas de la hemoglobina).
Pseudogenes: genes que debido a cambios y mutaciones han quedado no funcionales.

También hay ADN cifrador repetido en tándem, el número de copias varía bastante la mayoría son genes que cifran ARNt, ARNr y genes de histonas, estos están repetidos en tándem.
En Drosophila se repiten las histonas del octámero y la H1.
En otras espécies se repiten en diferente orden.
Los genes que fijan los ARNt, ARNr ………………………..igual.
El ADN repetitivo constituye la mayor parte del genoma.
Se clasifican en función al tamaño.
1-Secuencia repetida simple (corta de 1 a 500pb), número de copias variables y agrupadas en regiones concretas, un ejemplo son las secuencias centroméricas y teloméricas.
2-Secuencias de ADN repetidas dispersas: Satélites, minisatélites y microsatélites.
3-Secuencias repetidas intermedias son más grandes de 2-3 kb y tienen muchas copias.

Retrotransposones LTR: se mueven generando copias
LTR: repeticiones terminales largas con extremos esenciales para la replicación de retrovirus.

Existen otros retrotransposones LTR, se agrupan en:
1-SINEs: secuencias cortas, son el 13% del genoma humano.
2-LINEs: secuencias largas son el 21% del genoma humano.

Pseudogenes procesados: no tienen función; son genes que se parecen mucho al ARNm, pero en forma de ADN, no pueden transcribirse y en un extremo tienen una cola poliA.
ADN espaciador: de longitud variable y no clasificada todavía, constituye el 22%.
Para situar una secuencia concreta en un cromosoma hay que realizar una hibridación de ácidos nucleicos.
La doble hebra unida por puentes de hidrógeno (son enlaces débiles), por lo que podemos romper los enlaces de hidrógeno en condiciones normales el equilibro de la reacción está desplazada hacia las formas enlazadas por puentes de hidrógeno. Si aumentamos la temperatura movemos, el equilibrio para que se degraden los puentes de hidrógeno.
Al calentar el ADN bicatenario se desnaturaliza y queda ADN monocatenario.
Tm: punto intermedio en el que la mitad del DNA está bicatenario y la otra mitad está monocatenario.
A mayor proporción guanina-citosina, mayor Tm.
Al bajar la temperatura las moléculas monocatenarias empiezan a chocar; sólo si hay un fragmento con alta compatibilidad de bases, los dos fragmentos se van a unir para formar ADN bicatenario.
Cuando la renaturalización se hace con ADN diferente se habla de hibridación.
Después de la hibridación hay que saber en dónde está la sonda, para ello hay que marcarla previamente, y así se podrá detectar cuando hibride con el DNA diana, después tratamos de detectarlo.
En cromosomas y tejidos realizamos una hibridación in situ; se puede estudiar la expresión génica en diferentes tejidos ó en diferentes fases de desarrollo.
Se puede hacer el experimento con ADN que migra en un gel, y luego el ADN se transfiere a una membrana, cuando el ADN está en la membrana, se hace una hibridación y se observa en donde hibrida.
La sonda de ADN se puede marcar radioactivamente, ó con un antígeno, y luego detectarlo con un anticuerpo por fluorescencia.

Los genes que cifran el ARNr están repetidos en tándem.
Pueden situarse los diferentes tipos de ARNr juntos ó separados.


Bandas cromosómicas.
Hasta finales de los años 50 no se sabía el número de cromosomas.
A finales de los años 60 en Dinamarca se utilizó un colorante fluorescente para teñir los cromosomas, y se observó que había regiones que se teñían más que otras.
Se podía diferenciar a los cromosomas por los patrones de fluorescencia.
A partir de los años 70 se empezó a utilizar la tinción giemsa, y los patrones de bandas se veían mucho mejor.
Cada cromosoma se puede identificar por un patrón de bandas característico.
Hay regiones muy características que permiten numerar a los cromosomas; dentro de cada región se pueden diferenciar más regiones. Ejemplo: 3Q27.3.
En humanos se hacen cultivos celulares, de los que se hacen preparaciones y se obtiene el cariotipo.

1-La membrana celular

Heterogeneidades de membrana
Esquema realizado por Sanger y Nicholson
 en su articulo original, en el que se
representa el modelo de mosaico fluído
El modelo de mosaico fluido de Singer y Nicholson (principios de los años 70 del siglo XX) dice que las membranas son estructuras formadas por una bicapa lipídica en la cuál se hayan insertas proteínas, tanto transmembrana como periféricas. Las membranas son fluidas de manera que las moléculas se podrían mover mediante movimientos de rotación, de difusión lateral y flip-flop o de inversión. Las moléculas se dispondrían de forma aleatoria y cualquier porción de la membrana de una célula sería representativa de cualquier otra zona de dicha membrana. Es decir, la membrana sería homogénea. El modelo de mosaico fluido se basa en que las proteínas, lípidos e hidratos de carbono se sitúan en una configuración estable de baja energía libre.
Restricciones al movimiento por temperatura y composición
La fluidez de la membrana cambia con la temperatura, disminuyendo a medida que la temperatura decae y aumentando a medida que la temperatura crece. A partir de estudios realizados con bicapas lipídicas artificiales se sabe que cada bicapa tiene una temperatura de transición característica (Tm) para la cual se gelifica (se vuelve más viscosa) cuando se enfría y se hace otra vez fluida cuando se calienta. Este cambio en el estado de la membrana se denomina transición de fase. Para que una membrana funcione correctamente debe mantenerse en el estado fluido. Un cambio en la fluidez hace que las funciones que dependen de la movilidad o del cambio conformacional de las proteínas se vean afectadas, incluyendo procesos vitales tales como el transporte de solutos a través de la membrana, la detección y la transmisión se señales.
El grado de fluidez de la membrana depende también de su composición lipídica y sobre todo de la naturaleza de las colas hidrocarbonadas de ácidos grasos: cuanto más regulares y compactas sea el agrupamiento de las colas, mas viscosa (menos fluida) será la bicapa. El grado de compactamiento depende de dos propiedades: longitud y grado de instauración (cantidad de enlaces dobles). Una menor longitud de cadena y un mayor grado de insaturación reducen la interacción de las colas hidrocarbonadas y aumenta la fluidez de la bicapa.
La mayoría de los organismos, tanto procariotas como eucariotas, son capaces de regular la fluidez de la membrana, principalmente cambiando la composición lipídica de las mismas. Esta estabilidad es especialmente importante en los poiquilotermos, organismos como bacterias, hongos, protistas, plantas y animales de sangre fría. Ya que la fluidez lipídica disminuye a medida que la temperatura desciende, la membranas de estos organismos se gelificarían con el enfriamiento si el organismo no tuviera manera de compensar los descensos de la temperatura ambiente. Por ejemplo, las células de bacterias y levaduras en presencia de temperaturas elevadas elaboran lípidos con colas más largas que contienen menos enlaces dobles. Mientras que en las células animales la fluidez de membrana es modulada por la inclusión de colesterol. Se encuentra abundantemente en la membrana plasmática, endureciendo la bicapa lipídica, siendo mas rígida y menos permeable.
Se muestra un modelo de membrana en el que se observa una balsa de lípidos con una composición diferente al resto de la membrana
Restricciones al movimiento por interacciones moleculares
Además de la temperatura y la composición molecular, hay otros factores que restringen la fluidez de determinadas moléculas presentes en la membrana: son las interacciones moleculares. Pueden ser de tres tipos:
a) existen anclajes de ciertas proteínas, como las integrinas, a la matriz extracelular y al citoesqueleto.
b) Los filamentos de actina y otras proteínas del citoesqueleto forman una red de compartimentos en la periferia del citosol, justo en las proximidades de la membrana plasmática, que impide el desplazamiento lateral libre de proteínas transmembrana con su parte citosólocia protuberante. Así, el movimiento de estas proteínas quedaría limitado a ciertas zonas de la membrana.
c) Se produce restricción del movimiento de lípidos y proteínas de membrana por asociaciones que no dependen de moléculas ajenas a la propia membrana, sino de las propiedades físico-químicas de las dichas moléculas. Esto hace que se produzcan movimientos de moléculas en grupos y no de forma individual.
Las interacciones de las moléculas de la membrana con proteínas externas, citoesqueleto o matriz extracelular, son obvias en cuanto al efecto que producen en la movilidad molecular. En los fibroblastos se observó que las proteínas se mueven preferentemente en direcciones paralelas a los microfilamentos que se encuentran justo debajo de la membrana plasmática. Esto implica que los microfilamentos pueden servir de caminos por los que las proteínas de membrana pueden moverse. Pero ¿Cómo se forman las heterogeneidades producidas por interacciones químicas en la membrana? Los lípidos son componentes esenciales de la membrana: forman la estructura de la membrana, permiten su fluidez, participan en el potencial eléctrico y algunos participan en cascadas de señalización. Pero también pueden asociarse entre sí mediante interacciones eléctricas. Los esfingolípidos tienden a formar asociaciones estables cuando se combinan con el colesterol. Estos grupos forman una fase lipídica que es más densa (más compacta) que los glicerofosfolípidos. Comportándose como si fueran "balsas" que flotan en un mar de lípidos. Se denominan balsas de lípidos. Las balsas lipídicas o “lipid rafts” son, por tanto, microdominios ricos en glicoesfingolípidos y colesterol. Además, son zonas de un espesor mayor que el resto de la membrana y se sabe que son más insolubles o resistentes a la disolución en ciertos detergentes que el resto de la membrana. Hay también algunos gliccerofosfolípidos presentes en las balsas, siendo sus cadenas de ácidos grasos mucho más saturadas que los que están situados en la membrana que las rodea. Estas propiedades, además de la rigidez y de la naturaleza hidrofóbica del colesterol, permiten el buen empaquetamiento del colesterol y de las colas hidrocarbonadas de glicoesfingolípidos y glicerofofolípidos. El resultado es que, las balsas lipídicas son más espesas y menos fluidas que el resto de la membrana, permitiendo su identificación como microdominios lipídicos diferenciados.
En estas balsas pueden entrar proteínas, o incluso las proteínas pueden ser nucleadoras de este tipo de "dominios" en los cuales estén dichas proteínas más un conjunto de lípidos asociados. Estas asociaciones son espontáneas y existen gran variedad de lípidos y proteínas que pueden asociarse de manera diversa. Por tanto la membrana habría que verla como un mosaico de "dominios", siendo diferenciables por su composición molecular. Estas asociaciones o dominios (lípidos, lípidos + proteínas) son muy dinámicas, de manera que pueden cambiar su tamaño, su composición, crearse y desaparecer continuamente. Curiosamente estas heterogeneidades no se han identificado todavía en la lámina interna de la membrana citoplasmática.
Hay otra forma de crear dominios de membrana basados en el el espesor o la curvatura de la membranas. La composición lipídica de una bicapa influye en su espesor, que a su vez puede desempeñar un papel en la localización de una proteína en una membrana en particular. Estudios con membranas artificiales demuestran que la esfingomielina se asocia para formar bicapas más gruesas y parecidas a un gel que las que forman los fofolípidos. El colesterol y otras moléculas que disminuyen la fluidez de membrana, aumentan el grosor de esta. La curvatura local también depende de los tamaños relativos de las cabezas polares y de las colas no polares de sus fosfolípidos constituyentes. Los lìpidos con colas largas y cabezas grandes tienen forma cilíndrica, los que tienen las cabezas pequeñas tienen forma de cono. Esto hace que hace que las bicapas compuestas de lípidos cilíndricos son planas y las que tienen mayor cantidad de lipidos con forma de cono constituyen bicapas curvadas. Este efecto sobre la curvatura puede desempeñar un papel en la formación de fositas y evaginaciones de membrana altamente curvadas, de vesículas de membrana internas de estructuras especializadas de membrana, como las microvellosidades. Ciertas proteínas se sienten más cómodas, por su configuración 3D en membranas planas planas o en curvadas, lo que lleva a una segregación de las moléculas.
Una célula típica contiene una miríada de tipos de membranas, cada una con propiedades únicas conferidas por su mezcla particular de lípidos y proteínas. Por ejemplo, las diferencias entre membranas de RE y el Aparato de Golgi se explica en gran parte por el hecho de que los fosfolípidos son sintetizados en RE, mientras que los esfingolípidos lo son en el Golgi. Como resultado, la proporción de esfingomielina, como un porcentaje del total de fósforo lipídico, es alrededor de seis veces más alta en las membranas del Golgi que en las de RE. Otras veces, la translocación de las membranas de un compartimiento celular a otro puede enriquecer selectivamente membranas en ciertos lípidos. Todo esto produce microdominos deferentes según la membrana que estemos considerando, incluso como hemos visto antes, entre monocapas de una misma membrana. Las diferencias en la composición lipídica son propias de la especialización funcional de la membrana.
¿Qué evidencias experimentales hay?
Las interacciones moleculares impiden la homogeneidad de la membrana en cuanto a la distribución de sus componentes. ¿Cómo se han encontrado estas heterogeneidades?
a) Extracción con solventes orgánicos.
b) Medidas de la concentración de colesterol.
c) Uso de anticuerpos marcados con fluorescencia.
d) Anticuerpos con oro coloidal y microscopía de barrido.
En fibroblastos se ha observado que las proteínas se mueven preferentemente en direcciones paralelas a los microfilamentos que se encuentran justo debajo de la membrana plasmática. Esto implica que los microfilamentos pueden servir de caminos por los que las proteínas de membrana pueden moverse.
¿Son todos los microdominios iguales?
No. Varían en el tamaño, proporción y tipo de lípidos, y el tipo de proteínas que contienen. Las proteínas parecen ser los elementos más heterogéneos y los que dan mayor capacidad fisiológica a estos microdominios. Algunas proteínas se sienten más confortables en ciertos entornos lipídicos respecto a otros y por tanto pueden formar parte de ellas. Incluso pueden llegar a ser formadoras de balsas por interacción con ciertos lípidos. Las proteínas tienen distintos mecanismos para seleccionar o ser seleccionadas por grupos o balsas de lípidos. Aquellas que están ancladas a la membrana mediante cadenas de ácidos grasos seleccionarán un microdominio por las características de esos ácidos grasos, los cuales interactuarán con el resto de lípidos de la membrana. Aquellas que sean transmembrana permitirán interacciones entre los radicales hidróbofobos de sus aminóacidos que están dentro de la membrana con los ácidos grasos de los lípidos de membrana. Además, habrían interacciones de las cabezas polares de los lípidos con partes proteicas no incluidas en la membrana. En definitiva, la interacción lípido-lípido y lípido-proteína condicionan la composición de cada microdominio. Hay que recordar que estos microdominios son muy dinámicos en tamaño y composición.
En cuanto a las propiedades físicas, el espesor y configuración espacial (curvatura) de la membrana determinará segregaciones moleculares características.
¿Qué tipos hay?
Es difícil hacer una clasificación puesto que son muy dinámicos y diferentes en composición. Pero podríamos agruparlos en balsas de lípidos (sólo hay lípidos, fundamentalmente colesterol y esfingolípidos), microdominios formados por proteínas y lípidos, y caveolas, formadas por una alta proporción de colesterol y caveolina. Las caveolas participan en la vía endocítica y se podrían considerar como un subtipo de microdominios formados por proteínas y lípidos. También habrá membranas gruesas y delgadas, así como planas o curvadas.
¿Cuáles son las funciones de estos microdominios?
Las funciones celulares en las que participan los microdominios de membrana están en pleno estudio y cada día se asignan más papeles a estas estructuras. Así, parecen participar en la transducción de señales desde la membrana citoplasmática; son importantes para la regionalización de los orgánulos y por tanto que distintas partes de un orgánulo pueda realizar distintas funciones; participan en la polaridad de las céulas en movimiento; se han relacionado con las estrategias de infección de patógenos, toxinas y priones.
Como hemos dicho, una de las principales funciones de las balsas de lípidos es su intervención en la transducción de señales, secuestrando ciertas moléculas y generando dominios donde se favorece la integración de la señal. Ejemplos de ésta función son la señalización por inmunoglobulina E en procesos alergénicos, la detección de antígenos del receptor TCR de linfocitos T, la señalización con el factor neurotrófico derivado de células gliales (GDNF), señalización dependiente de RAS, la recepeción de la señal Hedgehog…
Ejemplos:
TCR: Receptores de la activación de la respuesta inmune de los linfocitos T. Se unen a los complejos MCH de células presentadoras de antígeno en presencia de éste. Solamente se activan unos pocos receptores, pero generan una gran señal. Esto es posible gracias a una “sinapsis inmunológica” facilitada por el citoesqueleto y las balsas de lípidos, en la que un mismo y pequeño número de receptores se activan repetidas veces. La balsa de lípidos reúne todas las estructuras necesarias para que ésta “sinapsis” se lleve a cabo.
GDNF: Familia de factores importantes para el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso así como para la diferenciación del riñón y las espermatogonias. Dichos factores generan una cascada de señalización tras unirse con un receptor dimerizado GFR-alfa y con RET (tirosin quinasa transmembrana). GFR-alfa está presente en balsas de lípidos, mientras que RET no. Se piensa que la unión del ligando a GFR-alfa produce una serie de cambios en la balsa que permiten la entrada de RET y por lo tanto la generación de la señal.
Hedgehog: La implicación de las balsas de lípidos en la transducción de esta señal es diferente al resto de los casos vistos anteriormente. Esta proteína resultante de la traducción de un morfogen (de drosophila) y su homólogo de mamíferos. Se caracteriza por sufrir dos modificaciones postraduccionales importantes, a nivel de sus extremos, una adición de un residuo de colesterol en el extremo carboxilo terminal y de un residuo palmitato en el extremo amino terminal. Su función es mediar en la separación de dos moléculas, iniciando una cascada de señalización. Al parecer, la adicción del colesterol hace que se fije a ciertas balsas de lípidos, restringiendo su acción a un radio local, y por lo tanto, regulando la distribución de la señal. Éste modo de señalización todavía no se entiende del todo bien, ya que “in vivo” la señal Hedgehog se secreta y afecta a ciertas células diana alejadas de la secretora, por lo que no se queda fijada de por vida en las balsas de lípidos.
Toda esta gran cantidad de ejemplos valen para modelizar teóricamente los modos de señalización en los que intervienen las balsas de lípidos. Así, podemos hablar de tres modos generales del comportamiento de los receptores en las balsas de lípidos: